La era del asceta pasó, el reinado del amor ha llegado,
la luna se alejó por el Oeste, el sol que sale por Oriente ha llegado.
¡Hijos del fuego! ¡Albricias! Ha vuelto el tiempo de los sacerdotes del fuego,
lo falso se apartó, el tiempo de las Realidades ha llegado.
¡Tú, que te has vuelto loco de amor, regocíjate, ebrio!,
deja el camino de la divergencia, el tiempo de la felicidad ha llegado.
El anciano de la taberna del amor se marchó a la bodega,
es el momento del samā y del rapto, el enamorado sincero ha llegado.
¡Moradores de la taberna!, encaminaos hacia el gozo,
dad palmas y tocad el pandero, el saboreo del instante ha llegado.
Ya sopla el viento de la primavera, ya el otoño se fue,
y la perdiz se contonea, el tiempo de las amapolas ha llegado.
“Salud, salud”, es el susurro que percibe Nurbakhsh,
la era del asceta pasó, el reinado del amor ha llegado.