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Tu morada está dentro de mi corazón, y la pasión por Ti, en mi mente,
por Ti pasaron todos mis días y mis noches.
Soporté la crueldad y la opresión de todos,
pero no vi otra cosa en este mundo que tu fidelidad.
Todos estamos ebrios de tu vino, desde el principio de la eternidad,
y permaneceremos hasta el fin de los tiempos sometidos a Ti.
Ningún infierno o paraíso esperamos nosotros,
no quisimos a nadie, salvo a Ti.
Perdimos la cabeza, perdimos nuestros pies, porque nos dimos cuenta
de que únicamente con tus pies se puede recorrer el camino hacia Ti.
Cada aliento es un canto a tu recuerdo,
alma y vida entregamos sólo por agradarte a Ti.
¡Oh, Nurbakhsh! Porque vieron que tú te desviviste en la entrega hacia Dios,
por eso anhelan todos desvivirse por ti.
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