top of page
Nosotros, los mendigos de la taberna,
el mosto puro de la Esencia bebemos.
Estamos inconscientes por el “sharāb” más transparente,
somos la imagen y el espejo para la faz de Dios.
Hemos jugado al juego del amor y ganó el Adversario,
la torre del Amigo nos ha dado jaque mate.
No somos gente de plegarias o de jaculatorias,
hemos cerrado nuestros labios a las oraciones.
Por todas partes contemplamos el rostro del Aliento de la Vida,
¿cómo vamos a ir tras la Kaaba o el lugar del encuentro?
Aniquilados totalmente e inconscientes de otro que Él,
estamos libres de cualquier ascetismo, engaño o petulancia.
Enemigos de toda hipocresía, “damos luz”,
acabamos con todo sortilegio y con cualquier milagrería.
bottom of page