No apartaré mi corazón de Ti, porque Tú eres la savia de mi felicidad,
cuando estás junto a mí, llego a olvidarme de mí mismo.
En todo lo que soy, no hay más que oscuridad,
Tú eres Ser de mi ser, Tú eres mi Luz.
Separación y lejanía fueron los signos de mi propia existencia,
pero ahora, que no existo, Tú eres mi cercanía y mi lejanía.
¿A dónde voy a ir que no estés Tú?
Por dondequiera que me lleven mis pasos, te encuentro en mi camino.
El samā es el camino de los enamorados que sufren por tu ausencia,
en cada aliento mío Tú eres mi canto y mi fervor.
Vendí mi paraíso, con sus huríes y palacios, por el precio de un grano de cebada,
Tú eres mi paraíso, y mi hurí, y mi palacio.
Desgarra el libro de la ciencia, y di, como Nurbakhsh: “¡Oh Bella Imagen,
Tú eres mi único libro, mi salmo de David!”