Por Ti me he revestido de infamia, porque loco me quieres,
en tu vela me quemo, pues sé que mariposa Tú me quieres.
No soy un sabio ni un enamorado, ¿qué soy entonces? Sólo Tú lo sabes,
unas veces me quieres conocido, y otras, desconocido Tú me quieres.
¿A dónde voy? ¿Qué busco? Sólo sé que repito sin cesar
que Tú mismo eres Laila y Tú Majnún, y a mí como una fábula me quieres.
Eres mi pena, eres mi cura, la única riqueza de mi alma,
¡oh, mi tesoro oculto!, ¿por qué arruinado Tú me quieres?
Tú eres mi deseo, mi única esperanza, ¿a quién más puedo desear?
Di, ¿qué quieres de mí, si como a un valiente liberado me quieres?
En trampa para aquellos que te anhelan se ha trocado el banquete de la creación,
no veo caza alguna para poderle preguntar, si alpiste quieres.
Salvo el remordimiento, ¿qué encontraste, Nurbakhsh?
Pues unas veces vagas por el desierto, y, otras veces, una posada quieres.