Mi corazón no conoce la calma,
atrapado en Su lazo,
si en este amor no muere,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Su dolor es mi cura,
el ardor del corazón no tiene limites,
y, si sigue quemándose,
es por gracia del pir, es por gracia del pir,
¡Oh Dios!, vuélveme aún más enamorado,
aleja de mi mente la razón,
créeme, soy sincero,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
No busco la ebriedad
y no tengo otra cosa que las manos vacías,
si no tengo existencia,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Dejaré la cordura,
empezaré con la locura,
y si me vuelvo extraño al mundo,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Yo soy un apenado que perdió el corazón,
libre estoy de agua y barro,
y si no tengo fruto,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Soy un menesteroso,
enamorado de la pena y la aflicción,
si sufro por Su amor,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Su amor es la esperanza de mi alma,
sosiego y paz para mi corazón,
si el corazón no sabe de otro que Él,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Si ha huido de mí mi corazón
y voló de mi alero
para buscar reposo en el cielo de Su pasión,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Busca Su vecindad mi corazón,
deseando a cada instante
ver el sol de Su rostro,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Soy vela y mariposa,
soy tesoro y ruina,
y si me siento extraño conmigo mismo,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
Mendigo soy de Su cariño,
día y noche inmerso en llanto,
cuanto pueda decir de Su hermosura,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
El fuego del corazón se alza,
quemando, poco a poco, el “yo” y el “tú”,
y sellando los labios de la presunción,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.
No quiero a otro que a Él,
si me dirige un solo instante Su mirada,
el que “ilumina” sol y luna,
es por gracia del pir, es por gracia del pir.