Sacrifica tu alma en la senda del que es Alma del alma: esto es fidelidad y nada más.
Pierde pies y cabeza en su vecindad: esto es pureza y nada más.
Olvídate de ti y llegarás a conocerle a Él,
aparta el “yo” y el “tú”: esto es la “no-existencia” y nada más.
Olvida en tu anonadamiento, como un valiente, tu propia no-existencia.
Si de verdad tu no-existencia olvidas, esto es la subsistencia y nada más.
Mientras sabes de Dios y hablas de Dios, inconsciente eres de Dios,
ve y elige el silencio, pues la Gnosis de Dios es sólo eso y nada más.
Muéstrate alegre con la voluntad del Amigo y sumiso al destino:
ésta es la tradición y es el camino de los enamorados sinceros, nada más.
Fervor, rapto y anhelo son límites y signos del que es imperfecto,
porque perdido está el perfecto en su anonadamiento: ese es nuestro objetivo y nada más.
¡Oh Nurbakhsh! No hay palabras en la tradición de los libres,
pero, si tienes algo que decir, con esto basta, nada más.