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En nuestro corazón, el tesoro de los Nombres encontramos.

nadie conoce aquello que encontramos.


Con el recuerdo de su cara, el corazón huyó de nuestras manos,

un descanso en el santuario del amor encontramos.


Fuimos enloquecidos e infamados por su amor,

desde que a Él también infame lo encontramos.


Su promesa de mañana abandonó nuestra memoria,

desde que en este mundo su Paraíso encontramos.


Olvidamos hasta el deseo del deseo,

cuando el deseo como un velo de su Ser encontramos.


Por Su unión entregamos la cabeza,

y en el camino pies veloces encontramos.


De tal manera se embriagó Nurbakhsh

que, en la ebriedad, uno y único le encontramos.

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