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EL COMPRADOR DE LA HERMOSURA

Aunque somos compradores de tu hermosura,

eres Tú el que ha querido que busquemos tu encuentro.


Al ver los dos narcisos seductores,

nos pusimos enfermos y nos acostumbramos a la pena.


Junto a Ti hemos perdido toda nuestra existencia,

hemos perdido el corazón y venimos buscando al que es su Dueño.


Desde que dimos testimonio de Ti, gracias a Ti,

alegres nos sentimos ante tu favor o ante tu cólera.


¿Quiénes somos nosotros para negarnos a nosotros mismos?

Nuestra existencia es el reflejo de tu propia manifestación.


Viaje interior y viaje externo, caminante y camino, son pura fantasía,

estamos abatidos y hastiados de todos esos nombres.


La eternidad entera no fue sino un único aliento.

Nurbakhsh decía: “¡Como si nunca hubiéramos venido!”

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