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LAS OLAS DEL MAR DEL AMOR

Durante muchos años, en el camino del Amigo, la razón jugó conmigo

diciendo: “Con Tu rostro juego yo al amor”.


Cómo puedo hablar de tu sol, cuando no soy sino una sombra,

la luz te pertenece y como vela me acaricias.


Yo era como una falsa imagen sobre el agua

que borraron las olas del amor de aquella Bella Imagen.


De cuanto existe y de cuanto no existe me he refugiado en Dios,

para que me remedie de mi propio ser.


Con el hechizo de su donosura robó mi corazón y mi alma,

al ver mi desapego de ambos mundos.


Pisoteé ambos mundos caminando hacia Él,

y me cogió la mano viendo mi arrebato.


¿Cómo peregrinar a la Kaaba, para buscarte, Aliento de la vida?,

mi corazón es la Kaaba y no esa piedra de Heŷāz.


De Nurbakhsh y de los altibajos en el camino del amor,

te hablé porque ese es el camino que me enorgullece.

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