Esta noche, embargados de amor, a la puerta de aquel que es el Aliento de la Vida, iremos,
locos de amor, en busca del Dueño de nuestro corazón iremos.
Esta noche, saldremos de la ciudad del “yo” y el “tú”,
a su presencia, con la buena nueva de nuestro encuentro, iremos.
Esta noche, perdido nuestro cáliz y roto nuestro cántaro,
ausentes de nosotros, a la casa del vinatero iremos.
Esta noche, desgarraremos nuestras vestiduras en el festín de amor y de delirio,
lejos de la mirada de la gente, en busca del Aliento de la Vida, iremos.
Esta noche, tenemos libertad para gritar, ebrios de amor,
y felices, con cantos y clamores, iremos.
Esta noche, borramos con el vino las líneas de la mente,
y, para realizar esta tarea, con los pies del amor allí iremos.
Esta noche, para ver al que “otorga luz” al alma,
como estrellas fugaces, velozmente, a la puerta de aquel que es el Aliento de la Vida iremos.