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En tu fidelidad vimos cuán bello es tu compromiso,
contentos nos volvimos, de corazón y alma, con lo que es de tu agrado.
Al entregarte todo, nuestro ser y no-ser,
hemos roto con todo, por la pasión por Ti.
Nos sentimos felices, llenes de lo que llenes nuestra copa,
contentos, sonreímos con tu favor o tu rechazo.
Allí donde se fije el corazón Tú te haces visible,
desde que el corazón perdió de vista a otro que Tú.
Desde que el corazón, sin vacilar, te compró por amor,
hemos pagado el precio con la creación y con el mundo.
Dicen que la Kaaba es tu morada, pero ellos no saben
que todo cuanto existe es huella de tus pasos.
Si no sabemos nada de Nurbakhsh, es porque hace muchos años
que mora en el umbral de tu santuario.
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