¿Qué sabes tú de la resignación y del ardor del corazón desconsolado?
Oíste hablar de Dios, pero ¿qué sabes tú de Dios?
No te hemos hablado de lo que hay en nuestra mente,
si no conoces nada de nuestro secreto, ¿qué sabes de nosotros?
Si no has dado ni un paso en el camino del amor y la pureza,
si no te has vuelto nada, ¿qué sabes tú de subsistencia?
Ebrio del “yo” y del “tú”, ¿cómo puedes saber algo de Él?
Si te escapas de su infidelidad, ¿qué puedes saber tú de la fidelidad?
Si no has perdido tu cabeza y tu alma por amor del Amigo,
¿qué puedes saber tú del estado del pobre enamorado?
Aunque sueñes que tienes un camino hacia Dios,
¿qué puedes saber tú de esta senda sin fin?
Igual que un niño te has montado en el caballo de tu falda,
¿qué puedes saber tú del camino, el viajero o el guía?
A veces escuchaste una palabra de Nurbakhsh,
pero ¿qué sabes de la pena y de la quemadura del corazón desconsolado?