Un Mar ilimitado,
todo, ¡agua!,
todo, ¡agua!,
y tú, completamente limitado,
porque lo consideras limitado.
Las imágenes que forjas en tu mente
no son tuyas,
sino estrellas, galaxias y universos.
Y tú, átomo perdido,
¿Quién eres?
¡el no-ser!
¿Todo eres tú?
¿La tierra eres tú?
¡La nada envuelta en sí!
El Mar, en movimiento
desde la eternidad,
repetición sin fin,
una ola callando,
otra manifestándose.
Derrumba ya la forma,
rompe por fin el molde,
la imagen de la mente
el molde que da forma al sueño de existir.
Escucha al mar,
el verdadero canto de la vida:
“Fue el Mar y nada más,
es el Mar,
nada más”.